Todos sabemos que ser diferente, desde pequeñitos, era un problema. Especialmente si lo diferente que tenías era tu peso, concretamente más que el de los demás. Desde siempre los niños se ríen de ti, las madres te miran con ternura y cuando vas a hacer la comunión te dicen que pareces una novia (y tú te lo tomas como un halago hasta que...






but here's my address, so come home maybe? O cómo Chii entró esta mañana en la página de IW y mojó las braguitas. De todos modos, me he comprometido conmigo misma a no comprar vestidos de marca hasta que a) la situación económica mejore en casa; b) encuentre trabajo, o c) tenga un ingreso de dinero considerable. Esto excluye las rebajas de invierno...